Por fin.
Me siento incluso culpable de que un grupo del que los que somos fans, casi nos sintamos más como feligreses que como fanes, no haya sido debidamente documentado en este blog hasta ahora.
Pony Bravo es un inclasificable grupo sevillano formado en 2006, con el que llevo muchos años construyendo la banda sonora de mi vida. Es uno de esos casos en los que sientes a un grupo como especialmente cercano o tuyo, al que se le guarda un cariño especial por diversos motivos. Por ejemplo porque los conocí cuando aún no habían editado su primer disco y solo habían circulando algunas de sus maquetas por myspace (recuerdo aún aquellas maquetas de lo que después fue su primer disco, "Si bajo de espaldas no me da miedo", del 2008, que me siguen gustando casi más que las versiones arregladas que entraron en el disco). Porque son innovadores, independientes y arriesgados en la forma de producción (ellos mismos autogestionan su productora, "El Rancho" con la que autoeditan sus discos y los de un proyecto paralelo más experimental si cabe, en el que todos los instrumentos que tocan son inventados, y al que han llamado "Fiera"), por sus principios y su ética de trabajo (además de que la reivindicación satírica es una constante en sus letras, llevan tres discos con la filosofía creative commons, ofreciendo gratuitamente las descargas de su trabajo en su página web: www.enelrancho.com), por lo que se curran la imagen (toda su cartelería de conciertos, además de las portadas y trabajo gráficos de sus discos, obras normalmente a manos del propio Daniel Alonso, solista de la banda, son una auténtica pasada que justifica, junto con la propia música, que después de dar su disco gratuitamente por internet, las ventas posteriores en tiendas hayan sido bastante buenas). Porque son un grupo honesto, divertido, fresco, profundo, satírico, irreverente y siempre interesante, y porque sus componentes demuestran en cada entrevista que detrás de todo este fenómeno solo hay cuatro chavales sevillanos que luchan desesperadamente por mantener los pies en el suelo y seguir creciendo en contra de la corriente.
Buena prueba de ello es la evolucion musical que han ido sufriendo a través de sus tres trabajos discográficos:
En el primero, "si bajas de espalda no me da miedo", todos hablábamos de un grupo con influencias de la música americana, con reminiscencias de Jim Morrison en la voz de Alonso, y en las poéticas e incluso crípticas letras de canciones como "el rayo" (considerada por la revista Rockdelux como una de las mejores de 2008), u otras atmósferas casi oníricas como la canción "el piloto automático", o ese himno indio de "el guarda forestal" convertido a reggae. De echo, hasta 6 canciones de ese primer disco son cantadas en inglés, y aunque ya se habla de la influencia de grupos andaluces como Triana, Smash o Veneno, y es obvio que el acento andaluz nunca es disimulado y que ellos mismo reconocen la influencia de estos músicos en su creación, quizá aquel fuera el, hasta la fecha, más americano o clasificable de todos sus discos.

Y llegamos a este disco, a este año 2013 en el que por fin tenemos nuevo material. "De palmas y cacería" es el título que adelanta el tono satírico y la imagen, que algunos tachan de demasiado actual para resistir al tiempo, del mundo y sobre todo, de este país donde vivimos. Siguiendo la lógica evolución musical que sigue tendiendo a la experimentación con los géneros populares, esta vez estamos quizá ante el disco de sonidos más patrios de la banda. Como ellos mismos lo definen en una de las entrevistas que han concedido a nuestro amado programa de radio Carne Cruda, estamos ante un disco de sonidos que van desde el son caribeño-utrerano de los No me pises que llevo Chanclas en "Político Neoliberal", el protorap Mansillesco de "Mi dni", el rollo housero de "Ibitza"... hasta los sonidos quasi flamencos-copla-lolailo sci-fi eléctronico de Junco o Las Grecas.
El otro gran rasgo de este último disco son sin duda la temática de las letras. Estamos ante el disco con más conciencia social y crítica de los producidos hasta el momento por esta gran banda. Siempre con una visión divertida y socarrona, las nuevas letras hablan de temas candentes como la creación de Eurovegas, los personajes de la escena musical indie que se te pegan para invitarte a cocaína, la decadencia política de nuestra querida Sevilla, la base naval ilegal de Guantánamo o el exvicepresidente del gobierno Bush, Dick Cheney (con frases como: "cowboy de mierda que todo lo puede").
En definitiiva, otra obra imprescindible de uno de los mejores exponentes del panorama musical andaluz, en el que la escena sevillana ya ha aportado a otros insignes de los que hablamos en este blog como Las buenas Noches, Mansilla & los espías o Pájaro. Y otro grupo al que, junto a estos últimos, he tenido el gozoso placer de pillarle más de una canción para mis cortometrajes.
He aquí, como siempre, algunas buenas muestras.
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