martes, 31 de mayo de 2011

"material defectuoso" nuevo disco de Extremoduro


Al margen del romanticismo y de la obvia subjetividad que nos aborda a todos los que hemos crecido escuchando a Extremoduro, uno no puede dejar de sorprenderse y de emocionarse con la impresionante trayectoria de este grupo extremeño formado por su líder, Roberto Iniesta, en la Plasencia de 1987.

Todos conocemos los orígenes de un grupo que se autoetiquetaba como "rock transgresivo", con influencias muy reconocibles que iban desde el rock and roll clásico al hard rock que empezaba a pegar fuerte a finales de los 80. Pasando por referentes nacionales como Leño o el rock radical vasco.
A los de mi generación, los que nacimos prácticamente a la par que el grupo, y que por tanto nos perdimos esa primera etapa más sucia y radical, pero que tuvimos por ende que redescubrirla mientras el grupo seguía creciendo y avanzando para hacernos creer que siempre tendríamos algo nuevo que descubrir y un disco más que paladear... lo que nunca nos ha sorprendido es, precisamente, que no dejaran de sorprender.

La madurez de Robe y de las distintas composiciones que sufrió la banda en la que se hizo fuerte el señor Iñaki Uoho Antón, ex Platero y tú que cogió los mandos de la guitarra y de la producción desde 1994, ha madurado en todos los aspectos en los que una banda de rock debe madurar para permenecer y dejar huella en la historia. Las letras han pasado de ser frescas bocanadas de irreverencia e incorrección a perfectas y maduras poesías igualmente reivindicativas, no necesariamente más templadas, notablemente más inteligentes. Las producciones de sus discos han ido creciendo para que hasta el máximo detractor del grupo no tenga más remedio que eliminar de sus argumentos el de que no sean unos magníficos músicos. Y lo que más enorgullece a un seguidor incondicional de extremoduro: cada cosa que hacen es un paso adelante, sin ser exactamente los mismos, sin hacer lo que exactamente se esperaba de ellos... y siendo, sin embargo, absolutamente fieles a su esencia y a sus principios.

Extremoduro, un grupo que jamás ha sonado en las radios, que jamás ha respetado el circuito de conciertos de los grandes grupos, saltándose las grandes capitales para ir de pueblo en pueblo, en recintos más pequeños, sin gastar apenas un céntimo de euro en cartelería o en publicidad... y que siempre, absolutamente siempre, abarrota todo aquel sitio que pisa de fervientes seguidores que profesan su música como una religión.
A esto, si fueramos realmente objetivos, es a lo que deberíamos llamar "música independiente".

Hace hoy una semana, el pasado 24 de Mayo, salió a la venta el esperadísimo nuevo disco de la banda, "material defectuoso". Ellos mismos advierten que no es un disco de fácil digestión, pero desde la primera escucha, he tenido la satisfacción de volver a corroborar que siguen avanzando, que siguen investigando, que siguen madurando, que cada día son mejores.
En este disco posiblemente echarás de menos la parte más cañera en la que se cimentaba la gran obra de arte que fue su conceptual disco anterior, "la ley innata" (2008). Pero quizá aquella última pieza de dicho disco, "coda flamenca" en la que empezábamos a ver a una banda con interés en la fusión del rock con géneros populares, históricamente rechazados por el mundo del rock, fuera una pista evidente de lo que se traían entre manos. Aquí, aunque conserven su base inconfundible, esa columna vertebral de los riffs de Iñaki Uoho Antón, los matices se disparan y juegan con el tango y con sonidos más tropicales y africanos, con letras impresionantes como la del tercer corte del disco: "otra inútil canción para la paz", o "desarraigo", el tema con el que abrimos el disco, que tras una extraña introducción que nos hace temer habernos equivocado de disco, rápidamente se cohesiona y cobra sentido engrandeciéndose y recordándonos inevitablemente al disco anterior, y que además tiene frases de las que uno se queda rápidamente prendado como:

"Van...
tan deprisa nuestras almas que se arrollan...
que se encuetran cuando nuestros cuerpos follan...
follan,
follan,
follan..."

En fin, que tras unas cuantas escuchas, presiento que estamos ante otro gran disco que pasará a formar parte una banda sonora vital que ya anda plagada de temas del señor Iniesta. Y que en el fondo, como buen amante de Extremoduro que he sido siempre, no me sorprende en absoluto, porque me sorprenden siempre.

Os dejo con la canción que de momento más me ha gustado del disco nuevo, "otra inútil canción para la paz" (aún no hay videos) y con otro temazo, "Puta", clásico perteneciente al disco de 2002: "Yo, minoría absoluta", y uno de los pocos videoclips que tiene la banda (y de los más divertidos).

Extremoduro han vuelto, hay que celebrarlo!


viernes, 20 de mayo de 2011

canción del viernes: Un himno para la revolución


No quiero en absoluto politizar este blog puesto que aquí solo tratamos algo mucho más importante: la pura y profunda levedad de la música. Pero precisamente por eso, aprovechando la coyuntura del momento actual de mi país, es imposible no servirse de la fuerza de este arte sanador y místico para engrandecer un momento y oportunidad única para cambiar el mundo..

España está despertando de este enorme letargo de la falsa democracia dirigida por y para los bancos y los grandes empresarios. En todas las ciudades miles de personas han tomado las calles para reivindicar de forma pacífica y ordenada un cambio de un sistema electoral que castiga a los partidos políticos pequeños y que favorece el bipartidismo de dos grupos políticos que juegan a lo mismo y que se ponen nombres distintos para crearnos una falsa ilusión de libertad. En las próximas elecciones autonómicas de este domingo, más de cien candidatos de los partidos grandes están imputados en algún caso de corrupción. España, declarándose un estado pacífico y solidario, está entre los mayores exportadores de armas del mundo, y subvenciona y alimenta de todo tipo de armas como las terroríficas bombas de racimo, a paises como Libia o Israel. En el peor año de crisis y desempleo que se recuerda, el mayor banco del país, el Banco Santander, ha conseguido el mayor balance de ganancia y crecimiento de su historia... y podría seguir enumerando catástrofes sociales hasta aburrirnos.

Toda revolución necesita un himno, y yo propongo esta enorme canción de este inconmensurable grupazo que es Muse. Butterflies & Hurricanes... your time is now!!