Llego con muchos dias de retraso, pero no podía ni quería pasar por alto en este blog la triste desaparición de la gran Etta James.
Jamesetta Hawkins, que era su nombre real, nació en Los Ángeles el 25 de enero de 1938 y murió el pasado 20 de enero de 2012 en Riverside, California. Se la suele colocar en la órbita del soul y el Rythm and Blues, pero también indagó en el pop, en el rock y en el jazz, y fue sin duda una de las grandes divas de la música negra, a pesar de contar con menos popularidad que otras grandes como Billy Holliday ó Aretha Franklin.
Etta tuvo una vida complicada. Alcanzó cierto éxito y popularidad de la mano del sello Chess Records, y tras una carrera de altibajos tuvo grandes problemas con su adicción a la heroína y con la obesidad. Tras la muerte de Leonard Chess, y la posterior debacle de su sello discográfico... a la atormentada James le empezó a costar un poco más levantar el vuelo. Aunque como era una mujer de armas tomar y de pasiones irreductibles, nunca terminó de desaparecer de la escena, sorprendiendo a propios y extraños con un gran disco tributo a Billy Holliday, titulado "mistery lady" y alguna recopilación de canciones navideñas en tono jazzístico titulada "Christmas".
Finalmente, a esta gran mujer le venció la leucemia y el alzhéimer. Antes de dejarnos, sin embargo, tuvo fuerzas para meterse en otra polémica con el presidente Barack Obama, que utilizó su canción "At last" para la celebración de la toma de posesión en la Casa Blanca, llamando a la cantante Beyonce Knowles para que la interpretara, en lugar de a ella. Precisamente Beyonce había ya interpretado a Etta en la película "Cadillac Records" en la que la cantante no estaba demasiado contenta con la versión que se había enseñado de su historia.
Mientras Beyonce gozaba (y goza) de toda la popularidad y reconocimiento mundial como nueva estrella de la música, Etta James vivió gran parte de su vida con grandes problemas financieros, ya que no era la compositora de sus canciones y no percibió grandes sumas de propiedad intelectual de sus trabajos, teniendo que verse obligada a tocar en pequeños garitos donde su estatus no hacía justicia a esta grandísiva voz que nos dejó la semana pasada.
Una historia triste la de Etta. Ojalá pueda redimirse allá donde esté. Y ojalá el tiempo, aunque sea injusto, haga que nosotros descubramos mejor su música y le rindamos el homenaje que no tuvo en vida.
Descanse en paz, señora James.
